Hoy, la gran familia Arnoldina, la Sociedad del Verbo Divino, las Hermanas Misionera Siervas del Espíritu Santo y las Hermanas Siervas del Espíritu Santo de la Adoración Perpetua, recordamos con alegría y gratitud aquel gran acontecimiento de la canonización de nuestro Padre fundador San Arnoldo Janssen y del primer misionero San José Freinademethz.
Pedimos la intercesión a ellos por cada miembro de las tres congregaciones para que, como misioneros y misioneras hagamos conocer y amar a Dios Uno y Trino en cada pueblo, en cada corazón.