Acompañamos, la comunidad del Colegio, en este difícil momento a las familias por la pérdida de Gustavo Gómez, y elevamos esta Oración al Dios misericordioso, para que lleve pronto consuelo y la paz que sus corazones necesitan.

«Alzare mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi Socorro?
Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra».

Tú, oh Creador, eres nuestro socorro; en tiempos de oscuridad,
eres el sol que alumbra nuestro camino;
en esos momentos de sed espiritual que debilitan nuestro espíritu,
tu vienes a nosotros cual lluvia refrescante y vivificadora, y renuevas nuestro espíritu marchito.

Si Dios es con nosotros, ¿Quién contra nosotros? ¿De quién temeremos si tu estas entre nosotros?
Tu mirada está siempre sobre nosotros y conoces nuestras luchas y agonías
antes que nosotros las experimentemos. ¡Y te compadeces de tu pueblo!
Enséñanos como ser discípulos y discípulas fieles y a confiar plenamente en ti.
Ayúdanos a crecer en la fe, en esa que quizás todavía está débil necesita madurar en ti,
hasta que tu voluntad y la nuestra sean una.
En el nombre de Jesucristo quien creció en gracia y sabiduría delante de ti.

Amén.